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Etimologías Grecolatinas

  • Alejandra Aguilar Morales
  • 12 ene 2016
  • 7 Min. de lectura

Introducción

En la gramática tradicional del español existen nueve categorías gramaticales con las que construimos oraciones y esta son los artículos, sustantivos, adjetivos, pronombres, verbo, adverbio, conjunción, preposición, interjección.

La lengua latina también existe categorías gramaticales variables son el nombre y sustantivos, adjetivos, pronombres, y verbo, y las invariables son al adverbio, preposiciones, conjunción, interjección.

En esto habla también sobre las cinco declinaciones, y sus terminaciones.

Influencia del latín en el español

El español procede del latín vulgar, el dialecto vernáculo del latín clásico. Este dialecto era, dicho de otro modo, el que se hablaba en la calle, el que manejaba el pueblo, la gran mayoría de los habitantes del imperio romano, que no tenían por qué saber escribir.

A medida que el latín clásico iba refinándose como lengua literaria hasta un uso exclusivo como herramienta de escritura, el latín vulgar evolucionaba a través del uso hablado.

Declinaciones latinas

Primera declinación

Las palabras que se rigen por la primera declinación son aquellas que tienen el tema en -a. Gran parte de los sustantivos y adjetivos castellanos acabados en -a tienen su origen en palabras de la primera declinación latina. La gran mayoría de palabras de esta declinación son de género femenino, sacadas, a excepción de, nombres propios de hombre (Sulla) o nombres que designan oficios tradicionalmente reservados al hombre (pirata). Los adjetivos son siempre femeninos. Tanto las palabras femeninas como las masculinas se declinan del mismo modo.

La primera declinación del latín también incluye algunas palabras griegas, que derivan de la primera declinación del griego antiguo. La declinación en singular de estas palabras es irregular. En ocasiones, estas palabras griegas son declinadas como si fueran palabras originales latinas. Por ejemplo, se puede usar el nominativo athleta en lugar del original athletes.

La primera declinación del latín también incluye algunas palabras griegas, que derivan de la primera declinación del griego antiguo. La declinación en singular de estas palabras es irregular. En ocasiones, estas palabras griegas son declinadas como si fueran palabras originales latinas. Por ejemplo, se puede usar el nominativo athleta en lugar del original athletes.

Hace falta remarcar varias peculiaridades de esta declinación:

  • La terminación antigua del genitivo singular es -as. En el latín clásico, quedaban vestigios de esta terminación, sobre todo en construcciones con la palabra familia: pater familias y mater familias.

  • En poesía, a veces se utiliza la terminación -ai para el genitivo singular (terrae pasa a ser terrai). También es habitual el uso de la contracción -um en lugar de -arum para el genitivo plural (incolarum pasa a ser incolum).

Tanto las palabras de la primera declinación como las de la segunda utilizan la terminación -is en el dativo y ablativo plural, palabras parecidas como equus ("caballo") y equa ("yegua") resultan idénticas en estos casos. Para hacer la distinción, las palabras de la primera declinación que se encuentran con este problema utilizan la terminación -abus en el dativo y ablativo plural (equis pasa a serequabus).

Segunda declinación

Las palabras que se rigen por la segunda declinación pueden tener el tema en -us, -er o -um. Muchos sustantivos y adjetivos castellanos de género masculino tienen su origen en palabras de esta declinación. En lenguas como el catalán, las palabras derivadas de palabras latinas de la segunda declinación han perdido casi siempre la marca ("mimo" en lugar de mimus o "cielo" en lugar de caelum), mientras que otras lenguas románicas, como elcastellano, el portugués o el italiano, han conservado esta marca en forma de terminación -o (toro, inverno, amico). Los sustantivos o adjetivos regidos por esta declinación son en su mayor parte masculinos o neutros, aunque también hay nombres femeninos (habitualmente, nombres de árboles).

La segunda declinación del latín también incluye algunas palabras griegas, que derivan de la segunda declinación del griego antiguo. La declinación en singular de estas palabras es irregular. veces, estas palabras griegas son declinadas como si fueran palabras originales latinas. Por ejemplo, se puede usar el nominativo theatrum en lugar del original theatron.

Tercera declinación

Las palabras que se rigen por la tercera declinación pueden tener dos tipos de tema: tema en consonante o tema en -i. Muchos sustantivos y adjetivos castellanos de género tanto masculino como femenino tienen su origen en palabras de la tercera declinación latina. En castellano, las palabras derivadas de palabras latinas de la tercera declinación suelen conservar la raíz del étimo latino sin grandes modificaciones (animal - "animal", religio - religión). Las palabras de la tercera declinación tienden a variar más entre el nominativo y vocativo singular y el resto de casos (tempus, -ores, "tiempo"). Inicialmente, la declinación de las palabras de tema en consonante y los de tema en -i era bastante diferente, pero a partir del siglo I a. C. la flexión de los primeros se impuso a la de los últimos.

Temas en consonante

En el nominativo y vocativo singulares, el morfema de caso es variable. Tienen morfema -s (nominativo sigmático) los temas en oclusiva(-p, -b, -c, g-, -t ' y -d) y -me. En cambio, tienen morfema Ø (es decir, sin ninguna desinencia) los temas en -l ', -r, -s ' y -n, así como todas las palabras neutras independientemente de su tema.

Temas en oclusiva

Para construir el nominativo, las palabras con una raíz acabada en oclusiva no añaden ninguna desinencia si son de género neutro. Si son de género masculino o femenino, añaden el morfema -s. La fusión de este morfema con la raíz puede provocar determinados cambios en la palabra:

  • Las palabras acabadas en bilabial (-p o su forma sonora -b) añaden la desinencia sin que se produzca ningún otro cambio. Son ejemplos plebs ("plebe") o princeps("líder")

  • En las palabras acabadas en consonante gutural (-c o su forma sonora -g), la unión de la gutural con el morfema -s produce un nominativo acabado en -x (la representación gráfica del sonido resultante /ks/). Son ejemplos rex (regs*, "rey") o vox (vocs*, "voz").

  • Las palabras acabadas en consonante dental (-t o su forma sonora -de) pierden la dental ante el morfema -s. Son ejemplos civitas (civitats*, "ciudad") y pes (peds*, "pie"). Como se ha dicho anteriormente, las palabras neutras no añaden ninguna desinencia. En estas palabras, si la consonante final es precedida por otra consonante, desaparece: en cor, cordis ("corazón"), cae la -d porque está precedida por la -r. También hay que destacar el caso de caput, capitis ("cabeza"), donde la -u breve se transforma en -i en sílaba medial (fenómeno conocido como apofonía).

Temas en líquida, nasal o fricativa

Las palabras de tema líquido (-l y -r), nasal (-n y -m) o fricativo (-s) forman el nominativo singular con desinencia Ø, con la excepción dehiems ("invierno"), que lo forma con la desinencia

  • Las palabras acabadas en -r precedida por consonante hacen aparecer una -e denominada "de resonancia" en el nominativo y vocativo singulares. Por ejemplo frater, fratris ("hermano"). En el resto de casos, la presencia de una vocal posterior hace innecesaria la vocal de resonancia: el nominativo y vocativo plurales del ejemplo anterior serían fratres, y no frateres*

  • En las palabras acabadas en -n precedida por -o, la -n cae en el nominativo y vocativo singulares. Por ejemplo religio, religionis("religión"). Hace falta remarcar que si la -o es breve, se convierte en -i en el resto de casos: por ejemplo, cardo, cardinis ("bisagra"). Las palabras acabadas en -men son siempre neutras y conservan la -n en nominativo, vocativo y acusativo singular; en los otras casos, la -e pasa a ser -i. Por ejemplo flamen, flaminis ("flamen").

Temas en sibilancia

Se trata de palabras de tema en -s que sólo conservan el tema original en el nominativo y el vocativo singular. En el resto de casos, la -spasa a ser -r por un fenómeno conocido como rotacismo.24 Por ejemplo os, oris ("boca")

Los sustantivos con nominativo en -os y genitivo en -eris u -oris son neutros en la gran mayoría de casos. Son ejemplos genus, generis("género") o tempus, temporis ("tiempo").

Para conocer el tema de estas palabras no hace falta fijarse en el nominativo, sino en el genitivo. La raíz que se obtiene al retirar la desinencia -is del genitivo es el tema que se mantiene a lo largo de la flexión. Por ejemplo, para encontrar la raíz de pontifex, pontificis ("pontífice"), se sacaría la desinencia -isdel genitivo, dando como resultado el tema pontific-.

Cuarta declinación

Las palabras que se rigen por la cuarta declinación tienen el tema en -u.27 A diferencia de otras declinaciones, la cuarta declinación sólo puede contener sustantivos. Las palabras masculinas y femeninas forman el nominativo singular añadiendo la desinencia -s, mientras que los neutros lo forman sin añadir ninguna morfema (desinencia Ø).

Aunque pueda parecer que la terminación -ibus del dativo y el ablativo plurales sea idéntica a la que se da en la tercera declinación, en realidad esta deriva de una forma primitiva -ubus. En los casos donde podría haber confusión con una palabra de la tercera declinación (artus, "miembro", de la cuarta declinación, y ars, "arte", de la tercera, por ejemplo), el sustantivo de la cuarta declinación conserva la desinencia primitiva. Así pues, siguiendo el ejemplo ya citado, el dativo y ablativo plurales de artus sería artubus, y no artibus.

Hace falta destacar el sustantivo domus ("casa"), que ha heredado una declinación compleja del antiguo indoeuropeo. Se trata de un nombre de la cuarta declinación que declina algunos casos siguiendo la segunda declinación:

  • Dativo y ablativo singulares: domo.

  • Locativo: domi.

  • Acusativo plural: domos.

  • Genitivo plural: domorum

Quinta declinación

Las palabras que se rigen por la quinta declinación tienen el tema en -e. Todas las palabras de la quinta declinación son sustantivos de género femenino, excepto dies, diei ("día"), que en singular puede tener cualquiera de los dos géneros. Las palabras de la quinta declinación forman el singular añadiendo la desinencia -s. Sólo hay dos palabras que tengan la declinación completa con todos los casos,dies, diei y res, rei ("cosa")

Como la palabra res tiene un significado muy vago e impreciso (comparable al de su homólogo en el castellano actual, "cosa"), se la puede combinar con adjetivos para darle un significado más concreto. Así pues, res gestae significa "gestas", y res familiaris (literalmente, "cosafamiliar") quiere decir "patrimonio". Finalmente, hace falta destacar la palabra res publica, que literalmente significa "la cosa pública" y que en castellano moderno ha dado la palabra "república". Aunque en latín se podía escribir como una única palabra (respublica), a la hora de declinarla, el sustantivo y el adjetivo se flexionaban por separado

  • Nominativo singular: respublica.

  • Acusativo singular: rempublicam.

  • Genitivo singular: reipublicae.


 
 
 

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